A la mañana, pues, madrugó Abraham, y tomó pan y un odre de agua, y lo dió a Agar, poniéndolo sobre su hombro; dióle también el niño, y la despidió; y ella anduvo vagando en el desierto de Beer-seba.
Y SALIÓ la suerte segunda por Simeón, por la tribu de los hijos de Simeón, conforme a sus parentelas: y estaba su herencia en medio de la herencia de los hijos de Judá.