Dijo pues Josué a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo os mostraréis negligentes para ir a poseer la tierra que os ha dado Jehová, el Dios de vuestros padres?
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que dura para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste le selló el Padre, Dios.
Nombraos tres hombres de cada tribu, a quienes yo envíe, para que se levanten y recorran la tierra, y la delineen conforme a sus herencias respectivas, y vengan otra vez a mí.
A lo que respondieron: Levantaos, y subamos contra ellos; pues hemos visto la tierra, y he aquí que es muy buena; ¿y vosotros estáis desidiosos? No seáis perezosos para poneros en camino, a fin de entrar y tomar posesión de aquella tierra.