el Ángel que me rescató de todo mal, bendiga a estos muchachos; y sean llamados de mi nombre, y del nombre de mis padres, Abraham e Isaac; y multiplíquense abundantemente en la tierra.
Pero los hijos de José le respondieron: No basta para nosotros la serranía, y todos los Cananeos que habitan en las tierras de los valles tienen carros de hierro; tanto los de Bet-sean y sus aldeas, como los que están en el Valle de Jezreel.
porque la serranía será tuya. Aunque es bosque, tú la desmontarás, y tuya será en toda su extensión; porque desposeerás al Cananeo, aunque tenga carros de hierro y aunque sea fuerte.
HABÍA cierto hombre de Ramataim-zofim, de la serranía de Efraim, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Elíú, hijo de Tohú, hijo de Zuf, efrateo.