Porque tu siervo hizo un voto, mientras yo estaba en Gesur, en Siria, diciendo: Si en verdad Jehová me hiciere volver a Jerusalem, entonces serviré a Jehová.
Y además, ¿qué tenéis que ver conmigo, oh Tiro y Sidón, y todas las regiones de Filistía? ¿Es ésta la recompensa que vosotros me dais? Y si me dais tal recompensa, ligera y prontamente volveré a traer vuestra recompensa sobre vuestra misma cabeza.
¡Ay de los habitantes de la costa del mar, la nación de los Kereteos! El oráculo de Jehová está contra ti, oh Canaán, tierra de los Filisteos; te destruiré de modo que no haya en ti más habitante.
Jaír, hijo de Manasés, tomó toda la región de Argob, hasta el confín de los Gesureos y los Maacateos, y los llamó de su mismo nombre, Basán de las Villas de Jaír; nombre que dura hasta el día de hoy.)
y reinaba en el monte Hermón, y en Salca, y en todo el Basán, hasta los términos del Gesureo y del Maacateo, y la mitad de Galaad, confín de Sehón rey de Hesbón.
Esto no obstante, los hijos de Israel no desposeyeron a los Gesureos, ni a los Maacateos; sino que los Gesureos y los Maacateos han seguido habitando en medio de los hijos de Israel hasta el día de hoy.
ESTAS son pues las naciones que Jehová dejó para probar por medio de ellas a Israel, es decir, a cuantos de él no habían conocido todas las guerras de Canaán;
¶Y subió David, con sus hombres, e hicieron incursiones entre los Gesureos, o los Girzitas, o los Amalecitas; porque estas naciones de largo tiempo habitaban en aquella tierra, como quien va a Shur, y a la tierra de Egipto.