En esto, he aquí un profeta que se llegó a Acab, rey de Israel, y le dijo: Así dice Jehová: ¿Has visto tú aquella inmensa multitud? Pues he aquí que yo voy a darla en tu mano, hoy mismo; y sabrás que yo soy Jehová.
Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en tu mano le he entregado, tanto a él como a su pueblo y su tierra. Y harás con él como hiciste con Sehón, rey amorreo, que habitaba en Hesbón.
Entregará también sus reyes en tu mano, y destruirás su nombre de debajo de los cielos: no podrá parar hombre alguno delante de ti, hasta que los hayas destruído.
Y les dijo Josué: No temáis ni os aterréis; tened fortaleza y buen ánimo; porque así hará Jehová con todos vuestros enemigos, contra quienes habréis de pelear.
¶Entonces Jehová dijo a Josué: No tengas temor a causa de ellos, porque mañana, como a estas horas, yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; a sus caballos desjarretarás, y sus carros quemarás a fuego.
ENTONCES dijo Jehová a Josué: No temas ni te aterres: toma contigo toda la gente de guerra, y levántate, sube a Hai. Mira que yo he entregado en tu mano al rey de Hai, con su pueblo y su ciudad y su tierra.