¡Ata el carro al veloz corcel, oh habitadora de Laquís! (principio de pecado fué ella para la casa de Sión;) porque en ti son halladas las transgresiones de Israel.
Por lo cual Adoni-zedec rey de Jerusalem envió a Horam rey de Hebrón, y a Piream rey de Jarmut, y a Jafía rey de Laquís, y a Debir rey de Eglón, diciendo:
Y Jehová la entregó a ella también y a su rey en mano de Israel; el cual la hirió a filo de espada, con todas las almas que había en ella; no dejó en ella quien escapase; e hizo con su rey como lo había hecho con el rey de Jericó.
Y Jehová entregó a Laquís en mano de Israel, de modo que la tomó al segundo día, e hirióla a filo de espada, con todas las almas que había en ella, conforme a todo lo que había hecho con Libna.
Juntáronse pues, y subieron estos cinco reyes de los Amorreos, a saber, el rey de Jerusalem, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquís, y el rey de Eglón, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campamento contra Gabaón y pelearon contra ella.