y se volvieren a ti con todo su corazón, y con toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren cautivado, y oraren a ti, mirando hacia su tierra que diste a sus padres, y a la ciudad que has escogido, y a la Casa que he edificado para tu Nombre,
entonces yo cortaré a Israel de sobre la faz del suelo que les he dado: y esta Casa que he santificado para mi Nombre, la echaré fuera de mi vista; e Israel vendrá a ser un proverbio y un refrán entre todos los pueblos:
y se volvieren a ti con todo su corazón, y con toda su alma en la tierra de su cautiverio, adonde los hubieren llevado cautivos, y oraren, mirando hacia la tierra que diste a sus padres, y hacia la ciudad que has escogido, y hacia la Casa que he edificado a tu Nombre,
¡He aquí que se ha cambiado en paz mi amarga aflicción! y tú en amor hacia mi alma la libraste del hoyo de destrucción; porque has echado todos mis pecados tras de tus espaldas.
¶Y me dijo: Hijo del hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que dicen: ¡Se han secado nuestros huesos, y ha perecido nuestra esperanza; somos enteramente cortados!
¶Entonces Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara alta hacia Jerusalem, tres veces al día se hincaba de rodillas, y oraba y hacía confesión delante de su Dios, como antes acostumbraba hacerlo.