Apoderóse entonces de aquellos hombres un grandísimo temor; y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? pues entendían los hombres que él iba huyendo de la presencia de Jehová; porque se lo había dicho.
A lo que les contestó: Alzadme y echadme a la mar, para que se os calme la mar; porque yo sé que por mi causa esta grande tempestad ha venido sobre vosotros.