Jehová también rugirá desde Sión, y desde Jerusalem hará resonar su voz; y se estremecerán los cielos y la tierra: pero Jehová será refugio para su pueblo, y fortaleza para los hijos de Israel.
sino que allí, en majestad, Jehová será para nosotros como lugar de anchurosos ríos y corrientes; por donde no andará galera con remos, ni pasará gallardo navío.
Y yo he puesto mis palabras en tu boca, Siervo mío, y en la sombra de mi mano te he escondido, para que extiendas los cielos y fundes de nuevo la tierra, y digas a Sión: ¡Pueblo mío eres tú!
¡Oh Jehová, fuerza mía y mi fortaleza, mi refugio también en el día de adversidad! a ti vendrán las naciones desde los extremos de la tierra, y te dirán: Ciertamente nuestros padres no heredaron más que mentiras, vanidad y cosas en que no hay provecho.
Y yo fortaleceré la casa de Judá, y daré victoria a la casa de José: y los haré habitar tranquilamente, porque me he compadecido de ellos: y serán como si no los hubiese desechado; porque yo soy Jehová su Dios, y escucharé su clamor.
Y en aquella hora sucedió un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad, y fueron muertas en el terremoto siete mil personas; y los demás fueron atemorizados, y dieron gloria al Dios del cielo.
¶Y fué abierto el templo de Dios en el cielo, y fué vista en su templo el arca de su pacto: y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande pedrisco.