Pisado he yo solo el lagar, y de los pueblos no había hombre de mi parte: yo pues los seguí pisando en mi ira, y los hollaba en mi indignación; de modo que su sangre fué salpicada sobre mis ropas, y tengo teñido todo mi traje.
Porque así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: La hija de Babilonia es como una era al tiempo de trillar; de aquí a poco, llegará para ella el tiempo de la siega.
SAMEC.- Holló el Señor a todos mis nobles en medio de mí; convocó contra mí una asamblea de naciones, para hacer pedazos mis mancebos; también el Señor ha pisado, como en lagar, a la virgen hija de Judá.
¶Y miré, y he aquí una nube blanca, y sobre la nube estaba sentado Uno semejante a hijo de hombre, que tenía sobre su cabeza una corona de oro, y en su mano una hoz aguda.
Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar de la fiereza de la ira de Dios Todopoderoso.