Y se desmayarán los Babilonios; angustias y dolores se apoderarán de ellos; se acongojarán como mujer que está de parto. Se mirarán asombrados los unos a los otros; sus caras serán caras de llamas.
Preguntad, si queréis, y ved si el varón da a luz hijos: ¿por qué causa pues veo a todo hombre con las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto? ¿y por qué se han vuelto pálidos todos los rostros?
(CHETH) pero ahora, más obscuro que la misma obscuridad es su aspecto; no se les conoce por las calles: su piel se les pega a los huesos; reseca está; se ha vuelto como palo.
La ciudad está ya vacía, devastada y desolada; y se deslíe el corazón, y se baten las rodillas, y hay angustia en todos los lomos; y palidece el rostro de todos.
¿Dónde está ahora la guarida de los leones, y el lugar donde comían los leoncillos; en donde se paseaban el león y la leona, y el cachorro del león, sin que ninguno les infundiese espanto?