Por esto la tierra se pondrá de luto, y se ennegrecerán los cielos allá arriba; porque yo lo he dicho, yo lo tengo resuelto, y no cambio de propósito, ni me apartaré de ello.
¡TOCAD trompeta en Sión, y sonad alarma en mi santo monte! ¡tiemblen todos los moradores de la tierra! porque viene el día de Jehová, porque está ya cercano;
También Jehová hace resonar su voz al frente de su ejército; (que muy grande es su hueste;) porque fuerte es el que ejecuta su palabra; porque grande es el día de Jehová y muy terrible, ¿y quién será capaz de soportarlo?
día de tinieblas y de sombras espesas, día de nubes y de densas tinieblas. Como la aurora extendida sobre las montañas, así viene un pueblo numeroso y fuerte; nunca jamás ha habido otro como éste, ni después de él lo volverá a haber, en los años de muchas generaciones.
¡PUES he aquí que viene el día que arderá como homo; y todos los soberbios y todos los obradores de iniquidad serán como hojarasca; y aquel día que viene los abrasará, dice Jehová de los Ejércitos, de modo que no les deje raíz ni rama!
¶Y luego, después de la tribulación de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán conmovidos:
¶Y habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y sobre la tierra angustia de naciones, en perplejidad, a causa de los bramidos del mar y la agitación de las ondas;
¶Y el cuarto ángel tocó la trompeta: y fué herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; para que fuese entenebrecida la tercera parte de ellos, y para que el día no resplandeciese en su tercera parte, y de la misma manera, la noche.