No traigáis más ofrendas vegetales inútiles; el incienso me es ya abominación; el novilunio también, y el sábado, y la convocación de asambleas: ¡no puedo aguantar iniquidad y día solemne!
Pues aconteció que en el año quinto de Joaquim hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, proclamaron ayuno delante de Jehová en Jerusalem, todo el pueblo que había en Jerusalem, y todo el pueblo que había salido de las ciudades de Judá.
Proclamad riguroso ayuno, convocad asamblea solemnísima; reunid a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra, en la Casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová.
¡TOCAD trompeta en Sión, y sonad alarma en mi santo monte! ¡tiemblen todos los moradores de la tierra! porque viene el día de Jehová, porque está ya cercano;