En aquel día el otro alzará la voz, diciendo: ¡Yo no puedo ser el senador de este mal; pues en mi casa no hay pan ni ropa; no me pongáis por magistrado de este pueblo!
¡Ceñíos de saco y plañid, oh sacerdotes! ¡aullad, vosotros ministros del altar! ¡venid, yaced toda la noche en sacos, vosotros los ministros de mi Dios! ¡porque la ofrenda vegetal y las libaciones han sido apartadas de la Casa de Jehová!