En el día que los plantares, los harás crecer, y por la mañana harás que tus plantas echen su flor; pero huirá la mies en un día de tristeza y de dolor desesperado.
¡Cortad de Babilonia al que siembra, y al que maneja la hoz en el tiempo de la siega! a causa de la espada vencedora, vuélvanse los auxiliares cada cual a su mismo pueblo, y cada cual huya a su propia tierra.
¿Quién es el hombre sabio que entienda esto? ¿y quién es aquel a quién ha hablado la boca de Jehová, para que lo declare? ¿Por qué causa ha perecido la tierra? ¿por qué está abrasada como el desierto, de modo que ninguno pasa por ella?
Por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Señor: Por todas las calles habrá lamentos, y en todas las afueras de la ciudad, dirán: ¡Ay! ¡ay! a los labradores los llamarán al lloro, y a los lamentos a todos los que saben endechar.