Circuncidaos para Jehová, quitando los prepucios de vuestros corazones, oh hombres de Judá y moradores de Jerusalem; no sea que salga, como fuego, mi ira, y arda de modo que no haya quien la apague, a causa de la maldad de vuestros hechos.
Y sus camellos serán un despojo; y la muchedumbre de sus ganados, un botín; y esparciré hacia todos los vientos los que cortan los bordes de su cabello; y traeré de todos sus alrededores su calamidad, dice Jehová.
¿A quién, pues, eres así semejante en gloria y grandeza, entre los árboles del Edén? empero serás hecho descender, con los árboles del Edén, a la tierra de abajo; en medio de los incircuncisos, habitarás con los pasados a cuchillo. Éste es Faraón y toda su multitud, dice Jehová el Señor.
introduciendo vosotros a los hijos de tierra extraña, incircuncisos de corazón e incircuncisos en la carne, a que estén en mi Santuario; profanando mi Casa cuando ofrecéis mi pan, a saber, el sebo y la sangre; y, habéis roto mi pacto, con todas vuestras abominaciones!
yo también tuve que andar en oposición con ellos, y los traje a la tierra de sus enemigos. Si entonces se doblegare su corazón incircunciso, y aceptaren el castigo de su iniquidad,
mas es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión, del corazón es, en el espíritu no en la letra; cuya alabanza no es de parte de los hombres sino de Dios.
Dijo pues Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos, quizá obrará Jehová juntamente con nosotros; porque para con Jehová no hay estorbo en salvar por muchos o por pocos.
¶Entonces habló David a los hombres que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué se ha de hacer al hombre que matare a aquel filisteo, y quitare este oprobio de Israel? porque ¿quién es este filisteo incircunciso para que afrente las huestes del Dios vivo?