Acerca de los profetas. Quebrantado está mi corazón dentro de mí, y se estremecen todos mis huesos; he venido a ser como un ebrio, como un hombre vencido del vino; a causa de Jehová, y a causa de sus santas palabras.
¡Mis entrañas! ¡mis entrañas! ¡me duelen las paredes de mi corazón; se conmueve mi corazón; no puede estarse quieto, por cuanto has oído, oh alma mía, el sonido de la trompeta y la alarma de guerra!
¡Oí, y conmoviéronse mis entrañas! a tal voz temblaron mis labios, entróse la podredumbre en mis huesos, y yo temblaba dentro de mi mismo, para que pudiese esperar descanso en el día de la aflicción: cuando viniere él al pueblo, lo invadirá con sus tropas.