Por tanto, así me dijo Jehová: Si te volvieres, yo te restauraré, para que puedas estar en pie delante de mí; y si separares lo precioso de lo vil, serás entonces como boca mía: ellos deben volver a ti, mas tú no debes volver a ellos.
Por tanto, así dice Jehová de los Ejércitos: He aquí que a los derretiré, y los ensayaré; ¿pues qué otra cosa habré de hacer a causa de la hija de mi pueblo?
En tu suciedad hay execrable lascivia: por cuanto yo te limpiaba, mas tú no fuiste limpiada, por tanto tu inmundicia no se limpiará más, hasta que yo haya desahogado mi indignación en ti.
Y traeré esta tercera parte por el fuego, y los acrisolaré como se acrisola la plata, y los probaré como se prueba el oro; ella clamará a mí, y yo le responderé: diré: ¡Pueblo mío es! y ella dirá: ¡Jehová es mi Dios!
para que la prueba de vuestra fe (la cual es mucho más preciosa que el oro que perece, aunque sea acrisolado por medio del fuego), sea hallada redundante en alabanza y gloria y honra, al tiempo de la manifestación de Jesucristo;
Sin embargo él devolvió el dinero a su madre. Tomando entonces su madre doscientos siclos de plata, los dió al fundidor; el cual hizo de ellos una imagen de escultura y otra de fundición; las cuales estaban en casa de Micaya.