Jeremías 6:26

Biblia Version Moderna (1929)

¡Oh hija de mi pueblo, cíñete de saco, y revuélcate en la ceniza! haz por ti misma llanto, como por un hijo único, amarguísima lamentación! porque viene súbitamente el saqueador sobre nosotros.

Referencias Cruzadas

Génesis 21:16

y fué y sentóse en frente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No vea yo la muerte del niño. Así pues se sentó en frente, y alzó su voz y lloró.

Job 15:21

Una voz de terrores resuena en sus oídos; en medio de la paz le sobreviene el asolador;

Job 2:8

Y tomó Job un tiesto de olla para raerse con él  la podredumbre, sentado en medio de ceniza.

Isaías 22:12

Y el Señor, Jehová de los Ejércitos, llamó en aquel día a llanto y a lamentación, y a calvez y a ceñimiento de saco;

Isaías 22:4

Por tanto dije: ¡Apartad de mí la vista, para que llore amargamente: no os empeñéis en consolarme de la desolación de la hija de mi pueblo!

Isaías 3:24

Y acontecerá que en lugar de perfume habrá hedor; y en lugar de cinturón, una soga; y en lugar de cabellos rizados, calvez; y en lugar de ropa ancha, ceñimiento de saco; y quemadura en lugar de hermosura.

Isaías 30:13

por tanto esta iniquidad os será como rotura que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene de repente, en un momento.

Isaías 32:11

¡Temblad, las que estáis descuidadas! ¡turbaos, las que vivís sin recelo! ¡despojaos, desnudaos, ceñid los lomos de saco!

Jeremías 12:12

Los asoladores han venido; se ven sobre todos los cerros pelados del desierto; porque la espada de Jehová devora desde el uno hasta el otro extremo  de la tierra: no hay paz para ninguna carne.

Jeremías 13:17

Mas si no oyereis, mi alma llorará en secreto vuestra soberbia, y con amargo llanto mis ojos se desharán en lágrimas: por cuanto ha sido cautivada la grey de Jehová.

Jeremías 14:17

Por tanto tú les dirás esta palabra: ¡Desháganse mis ojos en lágrimas, día y noche, sin cesar nunca; porque la virgen hija de mi pueblo está quebrantada con quebranto grande, y con una herida muy maligna!

Jeremías 15:8

Sus viudas se me aumentan más que la arena de los mares; les traigo el asolador al mediodía, contra la madre del escogido guerrero: hago caer sobre ella de repente angustia y terrores.

Jeremías 18:22

Óigase un clamor procedente de sus casas, cuando traigas sobre ellos merodeadores de repente; porque cavaron hoyo para prenderme, y escondieron lazos para mis pies.

Jeremías 30:5

porque así dice Jehová: Hemos oído el ruido de un terror pánico; hay alarma, y no paz alguna.

Jeremías 4:11

En ese tiempo será dicho a este pueblo y a Jerusalem: Viene un viento abrasador de los cerros pelados del desierto, con dirección a la hija de mi pueblo; no para aventar, ni para limpiar;

Jeremías 4:20

¡Destrucción sobre destrucción es anunciada; porque toda la tierra es dada a saco; súbitamente son saqueadas mis tiendas, en un momento las cortinas de mi habitación!

Jeremías 4:8

Por tanto ceñíos de saco, lamentaos y aullad; porque no se aparta de nosotros la ardiente ira de Jehová.

Jeremías 6:14

Y curan la llaga de mi pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz! ¡paz! cuando no hay paz.

Jeremías 8:19

He aquí, la voz del grito de la hija de mi pueblo suena desde una tierra muy remota: ¿Acaso no está Jehová en Sión? ¿no está en ella su Rey? Antes bien, ¿por qué me han provocado a ira con sus esculturas, y con sus vanidades traídas de una tierra extraña?

Jeremías 8:21

Por la llaga de la hija de mi pueblo, se me quebranta el corazón; me visto de luto; el espanto se ha apoderado de mí.

Jeremías 9:1

¡OH si fuera aguas mi cabeza, y mis ojos fuente de lágrimas; para que día y noche yo llorara por los muertos de la hija de mi pueblo!

Jeremías 9:10

A causa de las montañas alzaré lloro y llanto, y por los pastos del desierto, lamentación; porque están quemados, de modo que ninguno pasa por ellos, ni se oye la voz de ganado: desde las aves del cielo hasta las bestias, todo ha huído, se ha ido.

Lamentaciones 1:16

AYIN.- A causa de estas cosas estoy llorando; ¡mis ojos, mis ojos se deshacen en aguas!  por cuanto está lejos de mí el consolador que hubiera de confortar mi alma: desolados están mis hijos, porque ha prevalecido el enemigo.

Lamentaciones 1:2

BETH.- Llora amargamente en la noche; las lágrimas están sobre sus mejillas; no tiene quien la consuele entre todos sus amantes; todos sus amigos se han portado traidoramente para con ella; se han hecho enemigos suyos.

Lamentaciones 2:11

KAPH.- Mis ojos se deshacen en lágrimas; hierven mis entrañas; derrámase a tierra mi hígado a causa del quebranto de la hija de mi pueblo; en tanto que se desmayan los pequeñitos y los niños de pecho por las calles de la ciudad.

Lamentaciones 3:16

VAV.- Me ha quebrado los dientes con cascajo, me ha cubierto de ceniza.

Lamentaciones 3:48

Mis ojos derraman ríos de aguas a causa del quebranto de la hija de mi pueblo.

Lamentaciones 4:10

YOD.- ¡Las misericordiosas manos de las mujeres cuecen a sus mismos hijos! ¡éstos les sirven de comida en el quebranto de la hija de mi pueblo!

Lamentaciones 4:3

GUIMEL.- Aun las chacales sacan la teta, y dan de mamar a sus cachorrillos; pero la hija de mi pueblo se ha vuelto cruel como los avestruces del desierto.

Lamentaciones 4:6

VAV.- Así el castigo de la iniquidad de la hija de mi pueblo es mayor que el del pecado de Sodoma, la cual fué destruída en un momento, sin que nadie le echase mano.

Amós 8:10

Convertiré también vuestros fiestas en llanto, y todos vuestras cantares en endechas; y haré subir cilicio sobre todos los lomos, y peladura sobre todas las cabezas; y pondré la tierra de duelo, como por un hijo único, y su fin será como un día de amargura.

Jonás 3:6

Y llegó la noticia al rey de Nínive; el cual se levantó de su trono, y quitando de sobre sí su vestidura real, se vistió de saco, y sentóse en ceniza.

Zacarías 12:10

Derramaré también sobre la casa de David, y sobre los habitantes de Jerusalem, espíritu de gracia y de suplicación; y mirarán a mí, a quien traspasaron; y se lamentarán a causa del que hirieron, como quien se lamenta a causa de un hijo único, y estarán en amargura por él, como uno que está en angustia por su primogénito.

Lucas 7:12

Y cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que sacaban a un difunto, hijo único de su madre, y ella era viuda. Y mucha gente de la ciudad estaba con ella.

Santiago 4:9

¡Afligíos, y gemid, y llorad! ¡cámbiese vuestra risa en llanto, y vuestro regocijo en pesadumbre!

Santiago 5:1

¡EA ahora, oh ricos! ¡llorad y aullad a causa de las miserias que están para venir sobre vosotros!