Porque he oído una voz como de mujer que está de parto; congojas como de la que da a luz su hijo primogénito: es la voz de la hija de Sión, que está agonizando; que extiende sus manos, diciendo: ¡Ay de mí; porque desmaya mi alma a causa de los homicidas!
ALEPH.- ¡Cómo ha cubierto el Señor a la hija de Sión con una nube en su ira! ¡ha arrojado del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acuerda del estrado de sus pies en el día de su ira!
MEM.- ¿Cómo podré exhortarte? ¿a qué he de semejarte, oh hija de Jerusalem? ¿con qué te compararé, para poderte consolar, oh virgen hija de Sión? porque grande como el mar es tu quebranto; ¿quien pues te sanará?
La mujer tierna y delicada en medio de ti, que nunca probó a asentar en tierra la planta de su pie, de pura delicadeza y ternura, su ojo será avariento para con el marido de su seno, y para con su hijo y su hija,