Ahora pues, anda tú, escribe esto delante de ellos, en una tablilla, e inscríbelo en un libro, para que dure hasta el día postrero, para siempre jamás;
Entonces Jeremías tomó otro rollo, y diólo a Baruc escriba, hijo de Nerías, el cual escribió en él de boca de Jeremías todas las palabras del libro que Joaquim rey de Judá había quemado en el fuego; y además les fueron añadidas muchas otras palabras semejantes.
que decía: Lo que tú ves, escríbelo en un libro, y envíalo a las siete iglesias: a Efeso, y a Esmirna, y a Pérgamo y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia y a Laodicea.