Ejecutaré juicio contra Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que ha engullido, y ya no fluirán como ríos a ella las naciones: también el muro estupendo de Babilonia caerá.
Y acontecerá que en los postreros días, el monte de la Casa de Jehová será establecido como cabeza de los demás montes, y será ensalzado sobre los collados; y como ríos, fluirán a él todas las naciones.
He aquí que esto es lo que viene: hombres montados, caballerías por pares. Y tornó a hablar, diciendo: ¡Ha caído, ha caído Babilonia, y todas las imágenes de sus dioses están destrozadas, derribadas por tierra!
Entonces tú lo verás, y rebosarás de gozo; y pasmaráse tu corazón y se ensanchará; porque las riquezas del mar serán derramadas sobre ti; los caudales de las naciones vendrán a ti.
¡Levantad el grito contra ella a la redonda! tiende sus manos pidiendo merced; sus baluartes han caído ya, derribados están sus muros; porque venganza de Jehová es ésta: ¡tomad venganza de ella! ¡conforme ha hecho, haced vosotros con ella!
¡Publicad entre las naciones! ¡haced proclamación! ¡alzad la señal! ¡haced proclamación! ¡no lo encubráis! decid: ¡Tomada ha sido Babilonia! ¡Bel está avergonzado, Merodac aterrado! ¡sus imágenes están avergonzadas, sus ídolos aterrados!
Dice Sión: Me ha consumido, me ha destruído Nabucodonosor rey de Babilonia; me ha puesto como una vasija vacía; cual monstruo marino me ha tragado; se ha llenado el vientre de mis delicadezas; me ha echado fuera.
Por tanto, he aquí que vienen días en que ejecutaré juicio contra las esculturas de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada; y todos sus muertos a espada caerán en medio de ella.
Aun cuando se remontare Babilonia hasta los cielos, y por mucho que fortalezca la elevación de su poderío, de mi parte le vendrán quienes la despojen, dice Jehová.
Así dice Jehová de los Ejércitos: ¡Los gruesos muros de Babilonia serán completamente arrasados, y sus elevadas puertas quemadas a fuego; de modo que habránse fatigado los pueblos en balde, y las naciones para el fuego se habrán cansado!
Y el Señor entregó en su mano a Joaquim rey de Judá, y parte de los vasos de la Casa de Dios; y él los llevó a la tierra de Sinar, a la casa de su dios; y puso los vasos en la casa de los tesoros de su dios.
Por mí pues se establece decreto, que cualquier pueblo, nación o lengua que hablare en mengua del Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea hecho trozos, y sus casas sean convertidas en muladar; por cuanto no hay otro Dios alguno que pueda librar de esta manera.
tú mismo eres, oh rey, que has crecido y te has hecho grande: pues tu grandeza ha crecido hasta llegar al cielo, y tu dominio hastalos fines de la tierra.
y a causa de la grandeza que le dió, todos los pueblos y naciones y lenguas temblaron y se estremecieron delante de él. Al que le daba gana mató, y al que le daba gana concedió vida; al que le daba gana ensalzó, y al que le daba gana abatió.