Así dice Jehová vuestro Redentor, el Santo de Israel: Por vuestra causa he enviado a Babilonia, y he hecho descender, como fugitivos, a todos ellos (es a saber, a los Caldeos) a las naves, que eran su regocijo.
¡Acicalad las flechas, empuñad los escudos! Jehová ha despertado el espíritu de los reyes de los Medos; porque su propósito es contra Babilonia para destruirla; porque venganza es ésta de Jehová; la venganza de su Templo destruído.
¡Huíd de en medio de Babilonia! ¡ponga en salvo cada cual su vida! no sea que perezcáis en el castigo de su iniquidad: porque tiempo es de la venganza de Jehová; él va a darle la recompensa.
Y descargaré mi venganza en Edom, por medio de mi pueblo Israel, los cuales han de hacer en Edom conforme a mi ira, y conforme a mi indignación; y los ldumeos conocerán mi venganza, dice Jehová el Señor.
Aunque él sea el más fecundo entre sus hermanos, vendrá un viento solano, soplo de Jehová, procedente del desierto; y se secará su manantial, y su fuente se agotará: el enemigo despojará el tesoro de todas sus alhajas deleitosas.
Mía es la venganza y la retribución; al debido tiempo resbalará su pie; porque se acerca el día de su calamidad, y se apresuran los males preparados para ellos.
¡Regocijaos, oh naciones, con su pueblo, porque vengará la sangre de sus siervos, y retribuirá la venganza a sus adversarios; mas perdonará a su tierra, a su pueblo!
¶Y el sexto derramó su tazón sobre el gran río, el río Eufrates; y secóse su agua, para que fuese preparado el camino de los reyes que vienen del oriente.