ENTONCES Moisés y los hijos de Israel rompieron a cantar este cántico a Jehová: y hablaron, diciendo: ¡Cantaré a Jehová, porque se ha ensalzado soberanamente; al caballo y a su jinete ha arrojado en la mar!
Caerá la espada sobre sus caballos y sobre sus carros de guerra; y sobre toda la gente mixta que hay en medio de ella, y ellos se tornarán como mujeres; la espada caerá sobre los tesoros de ella, los cuales serán saqueados.
¡He aquí que estoy yo contra ti, dice Jehová de los Ejércitos; y reduciré a humo tus carros de guerra, y a tus leoncillos los devorará la espada; y cortaré de la tierra tu rapiña; y no será oída más la insolente voz de tus mensajeros!
y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la potencia de los reinos de las naciones, y volcaré los carros de guerra y los que van en ellos; y caerán los caballos y sus jinetes, cada uno bajo la espada de su hermano.
Y serán como valientes que huellan a sus enemigos en el barro de las calles, en la batalla: y pelearán, por cuanto Jehová está con ellos; y serán avergonzados los que montan en caballos.
En aquel día, dice Jehová, heriré a todo caballo de aturdimiento, y a su jinete, de locura; pues que sobre la casa de Judá abriré compasivo mis ojos, y heriré de ceguera a todos los caballos de los pueblos.
para que comáis carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de valientes, y carne de caballos y de los que se sientan sobre ellos, y carne de los de toda clase, así libres como esclavos, así pequeños como grandes!