Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Jeremías 5:8

Biblia Version Moderna (1929)

Son parecidos a caballos bien comidos por la mañana; cada cual relincha tras la mujer de su prójimo.

Ver Capítulo Copiar

15 Referencias Cruzadas  

Ninguno hay en esta casa más grande que yo, y él no me ha reservado cosa alguna, sino a ti sola, por cuanto eres su mujer: ¿cómo pues he de hacer esta gran maldad, y pecar contra Dios?

Si mi corazón se ha dejado seducir en cuanto a mujer, y he puesto asechanza junto a la puerta de mi prójimo;

¶No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer del tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.

Así sucede con aquel que se llegare a la mujer de su prójimo: ninguno que la tocare quedará sin castigo.

Tus adulterios, y tus relinchos, y tu execrable fornicación, sobre los collados y por los campos, todas tus abominaciones las he visto yo. ¡Ay de ti, oh Jerusalem; tú no quieres que se te haga limpia! ¿después de cuánto tiempo aún, ha de ser así?

Porque la tierra está atestada de adúlteros, y porque a causa de juramentos falsos se enluta la tierra: están secados los pastos del desierto; puesto que la carrera de estas gentes es hacia el mal, y su valentía consiste en hacer lo que no es recto.

por lo mismo que practican la villanía en Israel, y cometen adulterio con las mujeres de sus prójimos, y hablan en mi nombre palabras mentirosas; cosas que yo no les mandé decir; pues soy yo el sabedor de esto y el testigo, dice Jehová.

Por cuanto os alegráis, por cuanto os regocijáis desdeñosamente, oh saqueadores de mi herencia; por cuanto retozáis como novilla en la hierba, y relincháis como poderosos corceles;

Ojalá tuviera en el desierto un albergue de viandantes; para que dejase a mi pueblo, para que me alejase de ellos: pues que todos son adúlteros, una asamblea de hombres desleales.

En tanto que uno comete abominación con la mujer de su prójimo, otro amancilla con execrable lascivia a su nuera, y otro humilla a su hermana, la hija de su mismo padre, en ti.

Ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios