Mas ellos se mofaban de los mensajeros de Dios, y despreciaban las palabras de él, y hacían escarnio de sus profetas, en grado que subió de punto la ardiente indignación de Jehová contra su pueblo, hasta no haber remedio.
Entonces yo dije: ¡Ah Jehová Señor! he aquí que los profetas les dicen: ¡No veréis espada, ni tendréis hambre; sino que yo, Jehová, os daré una paz segura en este lugar!
Por tanto, así dice Jehová respecto de los profetas que profetizan en mi nombre sin que yo los haya enviado; sino que ellos mismos dicen: Ni espada ni hambre ha de haber en esta tierra. ¡A espada y por hambre morirán los tales profetas!
Entonces ellos dijeron: ¡Vamos, tramemos nosotros un enredo contra Jeremías! porque la ley nunca dejará de asistir al sacerdote, ni al sabio el consejo, ni el oráculo al profeta. ¡Vamos pues, y traspasémosle con las saetas de la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras!
El viento de mi ira acabará con todos tus pastores, y tus amantes irán en cautiverio. Cierto que entonces te avergonzarás, y te llenarás de confusión a causa de todos tus pecados.
Dentro de dos años cumplidos haré volver a este lugar todos los vasos de la Casa de Jehová que Nabucodonosor rey de Babilonia quitó de este lugar, y los llevó a Babilonia.
respondieron Azarías hijo de Hosaya, y Johanán hijo de Carea, y todos los hombres arrogantes, diciendo: Es mentira lo que tú dices; no te ha enviado Jehová nuestro Dios para decir: No vayáis a Egipto para habitar allí;
Han llegado ya los días de visitación, han llegado los días de retribución; (los conocerá Israel, el cual dice: ¡El profeta es un insensato, el hombre inspirado está loco!) a causa de la muchedumbre de tu iniquidad, y por ser grande tu rencor.