Desde Aroer, que está sobre la ribera del torrente de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle adyacente, hasta Galaad; no hubo ciudad amurallada que fuese demasiado fuerte para nosotros; todas ellas las entregó Jehová nuestro Dios delante de nosotros:
Después anduvo por el desierto, y dió la vuelta a la tierra de Edom y a la tierra de Moab, y vino por el lado oriental de la tierra de Moab, y asentó campamento al otro lado del Arnón: mas no entró en los confines de Moab; porque el Arnón era el término de Moab.