Entonces se levantó todo el pueblo, así chicos como grandes, y los capitanes de las tropas, y se fueron a Egipto; porque temieron a causa de los Caldeos.
Pero sucedió que, mientras le hablaba, Amasias le respondió: ¿Acaso te hemos constituído a ti consejero del rey? Desiste; ¿por qué te habrán de matar? En efecto desistió el profeta; mas le dijo: Ya sé que Dios ha determinado destruirte, por cuanto has hecho esto, y no has escuchado mi consejo.
y en efecto, os lo he declarado hoy; mas no habéis escuchado la voz de Jehová vuestro Dios, ni aun en cuanto a cosa alguna de aquellas con las que él me ha enviado a vosotros.
EL oráculo que tuvo Jeremías respecto de todos los Judíos que moraban en la tierra de Egipto, los que moraban en Migdol, y en Tafnes, y en Nof, y en la tierra de Patros; oráculo que decía:
¡Declaradlo en Egipto, y haced proclamación en Migdol! ¡haced proclamación en Nof y en Tafnes! Decid: ¡Ponte en pie, y prepárate; pues ya devora la espada al rededor de ti!
Y en Tafnes el día será obscurecido, cuando yo rompiere allí el yugo de Egipto, y se acabará la altivez de su poder: en cuanto a ella misma, la nube la cubrirá, y sus hijas irán en cautiverio.