Mas sucedió que así como entraron dentro de la ciudad, los degolló Ismael hijo de Netanías, él y los hombres que con él estaban, y los echó: dentro de la cisterna.
Y conspiró contra él Peca hijo de Remalías, capitán suyo, y le hirió en Samaria, en la fortaleza de la casa del rey, con ayuda de Argob y Aryé; y con él había cincuenta hombres de los hijos de Galaad; y le dió muerte, y reinó en su lugar.
Tú empero, oh Dios, harás que ellos desciendan al pozo de perdición: los hombres sanguinarios y engañosos no llegarán a la mitad de sus días; mas yo confiaré en ti.
¡mas tú, arrojado estás fuera de tu sepulcro, como un retoño despreciado; cubierto de muertos traspasados a espada, que descienden a las piedras del hoyo; como un cadáver pisoteado!
Sus pies corren hacia el mal, y se apresuran a derramar la sangre inocente; sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; desolación y destrucción están en sus caminos.