Túvola también en los días de Joaquim hijo de Josías, rey de Judá, y hasta el fin del año undécimo de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá; hasta la deportación de Jerusalem, en el mes quinto.
He aquí que voy a mandar, dice Jehová, y ellos volverán a esta ciudad, y pelearán contra ella, y la tomarán, y la quemarán a fuego: también a las ciudades de Judá convertiré en una desolación sin habitante.
Y aconteció en el año doce de nuestro cautiverio, en el mes décimo, el día cinco del mes, que vino a mí uno que había escapado de Jerusalem, el cual decía: ¡Ha sido herida la ciudad!
Toma también una sartén de hierro, y la pondrás por muro de hierro entre ti y la ciudad; luego dirigirás tu rostro contra ella; así ella estará puesta en cerco, y tú la sitiarás. Señal será esto para la casa de Israel.
Una tercera parte consumirás a fuego en medio de la ciudad, cuando hayas cumplido los días del sitio; y tomarás otra tercera parte y la herirás en derredor con espada; y esparcirás otra tercera parte al viento; y yo sacaré espada en pos de ellos.
Y en aquel día, dice Jehová, habrá voz de clamor procedente de la puerta del Pescado, y un aullido de la ciudad segunda, y un gran crujido desde las colinas.
Así dice Jehová de los Ejércitos: El ayuno del mes cuarto, y el ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en días de gozo y regocijo, y en fiestas alegres. ¡Amad pues la verdad y la paz!