Porque así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: No dejéis que os engañen vuestros profetas que están en medio de vosotros, ni vuestros adivinos; y no deis oídos a los sueños, que vosotros mismos hacéis soñar;
La soberbia de tu corazón te ha engañado, oh tú que habitas en las hendiduras de la peña, y cuya morada está puesta en alto; el mismo que dice en su corazón: ¿Quién me hará bajar a tierra?
No dejéis que nadie os engañe en manera alguna; porque ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición;