también el ejército de Faraón había salido de Egipto; y los Caldeos que sitiaban a Jerusalem, al oír esta noticia de ellos, se habían retirado de Jerusalem.
Y el rey de Egipto no volvió más a salir de su tierra; porque el rey de Babilonia tomó todo lo que había sido del rey de Egipto, desde el torrente de Egipto hasta el río Eufrates.
y a Sedequías rey de Judá y a sus príncipes los entregaré en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida, es decir, en mano del ejército del rey de Babilonia, que se ha retirado de vosotros.
Así dice Jehová, el Dios de Israel: Así diréis al rey de Judá que os ha enviado a mí para consultarme: He aquí que el ejército de Faraón, que salió para ayudaros, ya volvió a su tierra, a Egipto;
Esto no obstante, se rebeló contra él, enviando sus embajadores a Egipto para que éste le diese caballería y mucha gente. ¿Acaso prosperará? ¿acaso escapará el que tales cosas hace? ¿o romperá el pacto, y con todo escapará?
Y ni aun con gran fuerza ni con numeroso ejército conseguirá Faraón nada por él en la guerra, cuando se levanten terraplenes y se edifiquen torres, para cortar muchas vidas.