¶Y la muchedumbre de los creyentes era de un mismo corazón y de una misma alma; y ninguno decía ser suya propia cosa alguna de las que poseía; mas todas las cosas les eran comunes.
para que todos ellos sean uno; así como tú, oh Padre, eres en mí, y yo en ti, para que ellos también sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Y habitarán en la tierra que dí a mi siervo Jacob, en donde habitaron vuestros padres; y habitarán en ella así ellos como sus hijos, y los hijos de sus hijos, para siempre; y mi siervo David será Príncipe de ellos para siempre.
También os daré un nuevo corazón, y pondré un espíritu nuevo en medio de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
y haré con ellos un pacto eterno, que no me apartaré de ellos, dejando de hacerles bien, sino que pondré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí.
Porque el marido no creyente es santificado en su mujer, y la mujer no creyente es santificada en su marido: de otra suerte vuestros hijos serían inmundos; mas ahora son santos.
que Dios la ha cumplido a nosotros, los hijos de ellos, resucitando a Jesús; como también está escrito en el Salmo segundo: Mi hijo eres tú; yo te he engendrado hoy.
Y habrá allí una calzada y camino, que será llamado camino de Santidad: no lo transitará el inmundo; sino que Él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
¶Así pues la iglesia tuvo paz por toda la Judea y la Galilea y la Samaria, y fué edificada; y andando en el temor del Señor, y en el consuelo del Espíritu Santo, se iba aumentando.
Y los haré una sola nación en su tierra, sobre las serranías de Israel; y un solo Rey será rey de todos ellos; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más estarán divididos en dos reinos;
Así dice Jehová: Deteneos en medio de los caminos, y mirad; y preguntad cuáles sean las sendas antiguas, y dónde está el camino bueno; y andad en él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Mas ellos dijeron: ¡No andaremos en él!
¡Oh si permaneciera con ellos este sentir suyo, a fin de que me teman, y guarden todos mis mandamientos en todo tiempo, para que les vaya bien a ellos y a sus hijos para siempre!
Y dijo: No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada; pues ahora conozco que tú temes a Dios, ya que no me has negado a tu hijo, tu hijo único.
Porque yo le he conocido a fin de que mande a sus hijos y a su casa después de sí, de modo que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio; para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha prometido acerca de él.
Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en sus generaciones sucesivas, por pacto eterno, de ser yo tu Dios, y el de tu simiente después de ti.
Y nos mandó Jehová que cumpliésemos todos estos estatutos, temiendo a Jehová nuestro Dios, para bien nuestro, todos los días, para que él nos dé vida, como sucede el día de hoy.
sino que éste será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en sus entrañas, y en su corazón la escribiré; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo:
a fin de que temas, oh Israel, a Jehová tu Dios, de modo que guardes todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida; a fin de que se te prolonguen los días.