En medio de las piedras pulidas del valle es tu porción; ellas, ellas son tu suerte predilecta; sí, a ellas has derramado libación, has presentado ofrenda vegetal. ¿Acaso he de estarme yo quieto acerca de estas cosas?
Así pues recompensaré primero al doble su iniquidad y su pecado: porque han contaminado mi tierra con los cuerpos muertos de sus cosas detestables, y han llenado mi herencia con sus abominaciones.
los cuales dicen al leño: ¡Mi padre eres! y a la piedra: ¡Tú me has dado a luz! porque me han vuelto las espaldas y no la cara: mas en el tiempo de su calamidad, dirán: ¡Levántate y sálvanos!
Y os introduje a una tierra de abundancia, para que comieseis el fruto de ella y el bien de ella; mas cuando entrasteis, contaminasteis mi tierra, y convertisteis mi herencia en una abominación.
¡Alza los ojos a los cerros pelados, y ve! ¿en qué parte no se han acostado contigo? junto a los caminos te has sentado, esperándolos, como el árabe en el desierto; y has contaminado la tierra con tus fornicaciones y con tus maldades.
Éstos descubrieron su desnudez; se llevaron sus hijos y sus hijas, y a ella la mataron a espada; de modo que vino a ser refrán para las mujeres, cuando hubieron ejecutado juicios en ella.
¡Contended contra vuestra madre, contended, (porque ella no es mi mujer, ni yo soy su marido,) para que aparte sus fornicaciones de su presencia, y sus adulterios de entre sus pechos!
Mi pueblo pide consejo a su dios de palo, y su vara de adivino les da respuesta: porque el espíritu de fornicaciones los ha extraviado; y se han apartado idolátricamente de su Dios.
¡Ay de aquel que dice al leño: Despierta; y a la muda piedra: Levántate! ¿Acaso ésta puede enseñar? He aquí que está cubierta de oro y de plata; mas en su interior no hay espíritu alguno.
Mas yo os digo, que todo aquel que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, hace que ella cometa adulterio; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.