Luego quitó Josías todas las abominaciones de todas las tierras que pertenecían a los hijos de Israel; e hizo que todos los que se hallaban en Jerusalem sirviesen, sí, que sirviesen a Jehová su Dios. Y en todos los días de él no se apartaron de en pos de Jehová, el Dios de sus padres.
Contra una nación impía le enviaré, y contra el pueblo de mi ira le daré comisión; para que se lleve los despojos, y arrebate la presa, y para hollarlos como el Iodo de las calles.
Dice pues el Señor: Por cuanto este pueblo se me acerca con su boca, y con sus labios me honran, pero alejan de mí su corazón, y su temor de mí es solo un mandamiento de hombres, cosa que se les ha enseñado;
se han vuelto a las iniquidades de sus antepasados, los cuales se negaron a escuchar mis palabras: ellos también se han ido tras otros dioses para servirles. La casa de Israel y la casa de Judá han quebrantado mi pacto, que yo hice con sus padres.
Os he herido de tizón y de añublo; la multitud de vuestras huertas y de vuestras viñas, y de vuestras higueras y de vuestros olivares, ha devorado la langosta: mas no os habéis convertido a mí, dice Jehová.
Judá se ha portado deslealmente; y hase cometido abominación en Israel y en Jerusalem; porque Judá ha profanado el Santuario de Jehová, que él ama, y se ha casado con la hija de un dios extraño.