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Referencias Cruzadas

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Jeremías 26:16

Biblia Version Moderna (1929)

¶Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: Este hombre no es digno de muerte; puesto que nos ha hablado en el nombre de Jehová nuestro Dios.

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19 Referencias Cruzadas  

porque si por causa alguna tú callares en este tiempo, se levantará respiro y libertad para los Judíos de algún otro lugar, ¡mas tú y la casa de tu padre pereceréis! y ¡quién sabe si no fué para ocasión como ésta que tú has llegado al reino!

¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿quién estará por mí contra los obradores de iniquidad?

Cuando los caminos de un hombre son del agrado de Jehová, éste hace que hasta sus enemigos estén en paz con él.

Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: ¡Este hombre es digno de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, conforme a lo que habéis oído con vuestros mismos oídos!

Y obedecieron todos los príncipes y todo el pueblo, los que habían entrado en el pacto de dejar ir libres cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, para no hacerse servir más de ellos: obedecieron pues y los dejaron ir.

¶Entonces los príncipes dijeron a Baruc: Véte, escóndete, tú y Jeremías y no sepa ninguno en donde estáis.

bien que Elnatán y Delaya y Gedalías instaron al rey para que no quemase el rollo; mas no les escuchó.

Y los príncipes estallaron en ira contra Jeremías, y le azotaron, y le pusieron en la cárcel, en la casa de Jonatán secretario; porque a ésta la habían convertido en cárcel.

El centurión, pues, y los que con él hacían la guardia de Jesús, viendo el terremoto y las cosas que sucedieron, temieron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente Hijo de Dios era éste!

y nosotros a la verdad justamente; porque recibimos la pena debida a nuestros hechos: pero éste ningún mal ha hecho.

Y cuando el centurión vió lo que había acontecido, dió gloria a Dios, diciendo: Ciertamente este hombre era justo.

donde hallé que fué acusado solamente respecto de cuestiones de su ley, pero que no tenía contra sí acusación de nada que fuese digno de muerte o de prisiones.

Y levantóse una gritería grande: y poniéndose en pie algunos de los escribas del partido de los fariseos, contendieron, diciendo: ¡No hallamos ningún mal en este hombre! ¿Y qué hay si un espíritu o un ángel le haya hablado?

Yo hallé empero que no había hecho nada que fuese digno de muerte; y habiendo él mismo apelado al Emperador, determiné enviarle.




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