¶Y cuando los príncipes de Judá oyeron estas cosas, subieron de la casa del rey a la Casa de Jehová, y se sentaron a la entrada de la puerta Nueva de la Casa de Jehová.
Pero los altos no fueron quitados; el pueblo aún siguió sacrificando y quemando incienso en los altos. Él edificó la puerta superior de la Casa de Jehová.
y cuando el rey Joaquim, y todos los hombres valerosos y todos los, príncipes oyeron sus palabras, el rey procuraba darle muerte; mas lo supo Urías, y tuvo temor, y huyó y se fué a Egipto.
Y obedecieron todos los príncipes y todo el pueblo, los que habían entrado en el pacto de dejar ir libres cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, para no hacerse servir más de ellos: obedecieron pues y los dejaron ir.
es a saber, los príncipes de Judá, y los príncipes de Jerusalem, y los eunucos, y los sacerdotes, y todo el pueblo del país, los cuales pasaron por en medio de las partes separadas del becerro.
Entonces leyó Baruc en el libro las palabras de Jeremías, en la Casa de Jehová, en la cámara de Gemarías hijo de Safán, secretario, en el atrio superior, a la entrada de la puerta Nueva de la Casa de Jehová, a oídos, de todo el pueblo.