Porque he puesto mi rostro hacia esta ciudad para mal y no para bien, dice Jehová: será entregada en mano del rey de Babilonia, el cual la quemará a fuego.
Incendiaron también la Casa de Dios, y derribaron el muro de Jerusalem; y quemaron a fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus muebles más preciosos.
Mas si no me escuchareis para santificar el día del descanso, y para no llevar cargas, entrando por las puertas de Jerusalem en el día del descanso, encenderé un fuego en las puertas de ella, que devorará los palacios de Jerusalem; y no será apagado.
(ellos vienen para pelear contra los Caldeos, mas es realmente para llenar aquellas casas de cadáveres de hombres, a quienes yo he herido en mi ira y en mi indignación, y a causa de todos sus pecados he escondido mi rostro de esta ciudad):
¶Así dice Jehová, el Dios de Israel: Vé y habla a Sedequías rey de Judá, y dile: Así dice Jehová: He aquí que voy a entregar esta ciudad en mano del rey de Babilonia, y él la quemará a fuego.
He aquí que voy a mandar, dice Jehová, y ellos volverán a esta ciudad, y pelearán contra ella, y la tomarán, y la quemarán a fuego: también a las ciudades de Judá convertiré en una desolación sin habitante.
Jeremías pues dijo a Sedequías: Así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Dios de Israel: Si tú salieres a los príncipes del rey de Babilonia, entonces vivirá tu alma, y esta ciudad no será quemada a fuego; y vivirás tú y tu casa.
Pero si no salieres a los príncipes del rey de Babilonia, entonces esta ciudad será entregada en mano de los Caldeos, y ellos la quemarán a fuego; y tú no escaparás de mano de ellos.
También sacarán a todas tus mujeres y a tus hijos a los Caldeos; y tú mismo no podrás escapar de su mano; porque serás tomado preso por mano del rey de Babilonia; y harás que esta ciudad sea quemada a fuego.
Anda, y habla con Ebed-melec etíope, diciendo: Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que voy a dar efecto a mis palabras acerca de esta ciudad, para mal y no para bien; y se cumplirán en aquel día a presencia tuya.
¶Por tanto, así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que voy a poner mi rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo Judá.
He aquí que yo, vigilo sobre ellos para mal y no para bien; y todos los hombres dé Judá que están en la tierra de Egipto, serán consumidos a espada y de hambre, hasta concluir con ellos.
Porque he puesto mi rostro contra ellos: de un fuego acaban de salir, y otro fuego los consumirá; y conoceréis que yo soy Jehová cuando ponga mi rostro contra ellos.
Luego quédese la olla sobre las ascuas vacía, para que se caliente, y para que se caldee el bronce de ella, y se derrita en medio de ella su suciedad, y se consuma su verdín.
¶Asimismo respecto de cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de vosotros, que comiere cualquiera clase de sangre, yo pondré mi rostro contra aquella persona que comiere sangre, y la cortaré de en medio de su pueblo:
Y pondré mi rostro contra vosotros, de modo que seréis heridos delante de vuestros enemigos, y os dominarán los que os aborrecen, y huiréis sin que nadie os persiga.
y si fueren en cautiverio delante de sus enemigos, de allí mandaré la espada, la cual los matará: y fijaré mis ojos sobre ellos para mal, y no para bien.
Mis palabras empero y mis estatutos que encargué a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? En efecto, ellos volvieron y dijeron: Según pensaba hacernos Jehová de los Ejércitos, conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, asimismo ha hecho con nosotros.