¡Oh Jehová tú me persuadiste, yo fuí persuadido! fuiste urgente conmigo, y prevaleciste; y yo he venido a ser un hazmerreír todos los días: ¡todos se burlan de mí!
¶Después salió Eliseo de allí a Bet-el; y en tanto que iba por el camino cuesta arriba, unos mozuelos salieron de la ciudad, y se mofaron de él, diciéndole: ¡Sube, calvo! ¡sube, calvo!
¡Ay de mí, madre mía! ¿por qué me diste a luz, hombre de contención, como soy, y hombre de discordia, para toda esta tierra? No he prestado dinero a interés, ni me lo han prestado a mí; y sin embargo cada uno de ellos me maldice.
¿Por qué es perpetuo mi dolor; y mi herida desahuciada rehusa ser curada? ¿Serás del todo para conmigo como un torrente falaz, como aguas que engañan la esperanza?
En cuanto a mí, no me he retirado de apacentar tu grey en pos de ti, ni he deseado que venga el día de desesperación; tú, Señor, lo sabes; lo que salió de mis labios delante de tu rostro estaba.
Entonces dije para mí: ¡No haré mención de él, ni hablaré más en su nombre! pero su palabra fué en mi corazón como fuego consumidor, encerrado en mis huesos; me cansé pues de refrenarme; no pude callar.
Jehová te ha constituído a ti sumo sacerdote en lugar del sacerdote Joiada; a fin de que haya superintendentes de la Casa de Jehová que estén alerta respecto de todo loco que se haga pasar por profeta, para que tú le pongas en el cepo y en el collar.
Mas el rey Sedequías respondió a Jeremías: Tengo miedo a los judíos que han desertado a los Caldeos, no sea que éstos me entreguen en su mano, y ellos sacien su venganza en mí.
Han llegado ya los días de visitación, han llegado los días de retribución; (los conocerá Israel, el cual dice: ¡El profeta es un insensato, el hombre inspirado está loco!) a causa de la muchedumbre de tu iniquidad, y por ser grande tu rencor.
Y oró a Jehová, diciendo: ¡Oh Señor! ¿no es esto mismo lo que yo decía mientras estaba en mi propio país? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque conocía que eres un Dios clemente y compasivo, lento en iras y grande en misericordia, y que te arrepientes del mal que has amenazado traer.
Yo empero estoy lleno de poder, por el influjo del Espíritu de Jehová: lleno estoy de juicio justo, y de intrepidez, para declarar a Jacob su transgresión y a Israel su pecado.
Y también ciertos de los filósofos epicureos y de los estoicos disputaban con él. Y decían algunos: ¿Qué quiere decir este palabrero? y otros: ¡Parece que es algún anunciador de dioses extranjeros! porque predicaba la buena nueva de Jesús, y de la resurrección.