Anda y clama a oídos de Jerusalem, diciendo: Así dice Jehová: Acuérdome a tu favor, de la ternura de tu juventud, del amor de tus desposorios, cuando me seguiste por el desierto, en una tierra que no se sembraba.
El profeta que tuviere un sueño, cuéntelo como sueño; mas el que tuviere mi palabra, hable mi palabra con fidelidad. ¿Qué comparación hay entre el trigo y la paja? dice Jehová.
Y trayéndola desde allí, le devolveré sus viñas; y el Valle de Acor será para puerta de esperanza; y ella cantará en coro allí, como en los días de su mocedad, es decir, como en el día que subió de Egipto.
Porque no de la voluntad del hombre fue traída la profecía en ningún tiempo; sino que hombres santos de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.