Por lo tanto os arrojaré de esta tierra a una tierra que no habéis conocido, ni vosotros ni vuestros padres; y allí serviréis a otros dioses día y noche; porque no os mostraré favor.
yo os arrancaré de sobre mi tierra que os he dado; y esta Casa que he santificado para mi Nombre, la echaré de mi presencia, y la pondré por refrán y por irrisión entre todos los pueblos.
¡Oh Esperanza de Israel, Salvador suyo en el tiempo de angustia! ¿por qué has venido a ser como extranjero en la tierra, o como viandante, que sólo despliega su tienda para pasar una noche?
Y los entregaré al maltratamiento entre todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés hijo de Ezequías, rey de Judá, con motivo de lo que él hizo en Jerusalem.
Pues así dice Jehová: No entres en la casa del luto, ni vayas a llorar a los muertos, ni los lamentes; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, es decir, mi ternura y compasión.
Y tú, por tu misma culpa, serás privada de tu herencia que te dí; y te haré servir a tus enemigos en una tierra que nunca conociste: porque habéis encendido un fuego en mi ira que arderá para siempre.
Dirán las gentes: ¿Es este hombre Conías una vasija de barro despreciada y quebrada? ¿es algún mueble que nadie tiene en estima? ¿por qué pues son arrojados de aquí él y su linaje, echados a una tierra que no conocen?
Y sucederá cuando preguntareis: ¿Por qué causa trae Jehová nuestro Dios estas cosas sobre nosotros? que les responderás: De la manera que me habéis dejado a mí, y habéis servido a dioses extraños en vuestra tierra, así serviréis a los extraños en una tierra que no es vuestra.
¿Acaso se avergüenzan cuando cometen abominaciones? no por cierto, que en nada se avergüenzan, ni aun saben ruborizarse; por tanto caerán entre los que caen; al tiempo que yo los visite, serán derribados, dice Jehová.
Jehová te hará ir a ti y al rey que habrás puesto sobre ti, a nación que no has conocido, ni tú ni tus padres; y allá servirás a otros dioses, de palo y de piedra.