¶Por manera que desechó Jehová a toda la simiente de Israel, y afligiólos, y entrególos en mano de quienes los saqueaban; hasta que acabase de arrojarlos de su presencia.
Dijo, pues, que los destruiría; y lo hiciera, si Moisés su escogido no se hubiera puesto a la brecha delante de él, a fin de volver atrás su ira, para que no los destruyese.
Por tanto, no ores tú por este pueblo, ni eleves por ellos clamor y oración; porque no les escucharé al tiempo que clamen a mí a causa de su calamidad.
Aunque ayunen, no oiré su clamor; y aunque ofrezcan holocaustos y ofrendas vegetales, no los aceptaré; sino que con espada, y con hambre, y con peste, haré exterminio en ellos.
Por tanto, así me dijo Jehová: Si te volvieres, yo te restauraré, para que puedas estar en pie delante de mí; y si separares lo precioso de lo vil, serás entonces como boca mía: ellos deben volver a ti, mas tú no debes volver a ellos.
Por lo tanto os arrojaré de esta tierra a una tierra que no habéis conocido, ni vosotros ni vuestros padres; y allí serviréis a otros dioses día y noche; porque no os mostraré favor.
Pues así dice Jehová: No entres en la casa del luto, ni vayas a llorar a los muertos, ni los lamentes; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, es decir, mi ternura y compasión.
¿Debe acaso recompensarse el, bien con el mal? porque ellos han cavado un hoyo para mi alma. ¡Acuérdate de cómo me puse delante de ti para hallar bien en favor suyo, a fin de apartar de ellos tu ardiente ira!
Dirán las gentes: ¿Es este hombre Conías una vasija de barro despreciada y quebrada? ¿es algún mueble que nadie tiene en estima? ¿por qué pues son arrojados de aquí él y su linaje, echados a una tierra que no conocen?
porque a causa de la ira de Jehová esto sucedió en Jerusalem y Judá, hasta que los acabase de arrojar de su presencia. Rebelóse también Sedequías contra el rey de Babilonia.
Porque se oye una voz de llanto, procedente de Sión, que dice: ¡Cómo hemos sido desolados! ¡estamos en extremo abochornados! ¡porque dejamos la tierra natal, porque han echado por tierra nuestras habitaciones!
Y busqué entre ellos hombre que construyese el vallado, y que se pusiese a la brecha delante de mí, a favor de la tierra, a fin de que yo no la destruyese; mas no hallé ninguno.
¡Toda su maldad está concentrada en Gilgal; allí pues los aborrecí por la maldad de sus hechos: de mi Casa los expulsaré; no volveré a amarlos más: todos sus príncipes son apóstatas!
E intercedí con Jehová, diciendo: ¡Jehová, Señor, no destruyas a tu pueblo y tu herencia que tú redimiste con tu grandeza, y sacaste de Egipto con tu mano fuerte!
Porque no entró Cristo en un lugar santo hecho de mano, que es una mera representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora delante de Dios por nosotros.
¶Y dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega a Jehová tu Dios por tus siervos para que no muramos; porque a todos nuestros pecados hemos añadido esta maldad de pedir para nosotros un rey.