Pues hasta la cierva en el campo pare, y abandona su cría, porque no hay hierba.
Neftalí es una gacela suelta; él proferirá dichos elegantes.
La voz de Jehová hace estar de parto a las ciervas aterradas, y despoja los bosques; y en su Templo todo ello le dice: ¡Gloria!
porque las aguas de Nimrim se convierten en desolaciones; porque se ha secado el pasto, se ha acabado la hierba: no hay ya cosa verde.
¡Cómo gimen las bestias! ¡perplejas están las vacadas, porque no tienen pastos! ¡asimismo los rebaños de ovejas están desolados!