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Referencias Cruzadas

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Jeremías 14:2

Biblia Version Moderna (1929)

¡Judá está cubierto de luto, sus puertas languidecen, sus hijos, vestidos de negro, se sientan en tierra; y el grito de Jerusalem sube al cielo!

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30 Referencias Cruzadas  

haciendo llegar delante de él el clamor del débil, y el clamor de los afligidos, que él siempre oye.

nuestros bueyes cargados de carnes; que no haya daños, ni pérdidas, ni quien profiera lamentos en nuestras calles.

Y oyó Dios los gemidos de ellos; y acordóse Dios de su pacto con Abraham, con Isaac y con Jacob.

Mi corazón da alaridos por Moab, cuyos fugitivos huyen hasta Zoar, como una novilla de tres años: porque por la cuesta de Luhit van subiendo con lloro; porque en el camino de Horonaim alzan el grito de quebranto:

Hay clamores por el vino en las calles; se ha acabado ya todo regocijo; la alegría es desterrada de la tierra.

La tierra se pone de luto y se marchita, el mundo desfallece y se marchita; desfallece la gente encumbrada de la tierra.

La vendimia llora, la vid desfallece; suspiran todos los joviales de corazón.

Y las puertas de Sión se lamentarán, y se vestirán de luto; ¡y ella, desolada, se sentará en tierra!

La tierra está de luto y desfallece; el Líbano está avergonzado y languidece; Sarón se ha tornado en desierto, y el Basán y el Carmelo sacuden sus hojas.

Porque la viña de Jehová de los Ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son la planta de su deleite; y él esperaba la equidad, ¡mas he aquí derramamiento de sangre! y justicia, ¡mas he aquí el clamor de los oprimidos!

Por tanto así dice Jehová: He aquí que traigo sobre ellos un mal del cual no podrán evadirse; y clamarán a mí, pero no les escucharé.

Sí, la han convertido en una desolación; se me queja a mí siendo desolada: desolada está toda la tierra; por cuanto no hay hombre que reflexione en su corazón.

¿Hasta cuándo llorará la tierra, y se marchitarán las plantas de todo campo? A causa de la maldad de los que habitan en ella, las bestias han perecido, y las aves; por cuanto ellos dijeron: ¡Jehová no verá nuestra postrimería!

Óigase un clamor procedente de sus casas, cuando traigas sobre ellos merodeadores de repente; porque cavaron hoyo para prenderme, y escondieron lazos para mis pies.

Por esto la tierra se pondrá de luto, y se ennegrecerán los cielos allá arriba; porque yo lo he dicho, yo lo tengo resuelto, y no cambio de propósito, ni me apartaré de ello.

Las naciones ya tienen noticia de tu oprobio, y tus alaridos llenan la tierra; porque, en la fuga, valiente tropieza con valiente, entrambos caen juntos.

Por la llaga de la hija de mi pueblo, se me quebranta el corazón; me visto de luto; el espanto se ha apoderado de mí.

CHETH.- Determinó Jehová destruir el muro de la hija de Sión; extendió el cordel; no retrajo su mano de la obra de demolición; ha hecho lamentar el baluarte y el muro; juntamente desfallecen.

TAV.- Sus puertas están hundidas en tierra; él mismo destruyó e hizo pedazos sus barras; su rey y sus príncipes están entre las naciones ¡ya no hay ley; y sus profetas no hallan más visión de Jehová!

Nuestra piel se ha quemado, como resecada en un horno, a causa del ardor del hambre.

Por esto se lamentará la tierra, y todos los que habitan en ella desfallecerán, juntamente con las bestias del campo y las aves del cielo; y hasta los peces de la mar perecerán.

¡El campo está asolado, la tierra está enlutada; porque asolado está el trigo; el mosto se ha secado, languidece el aceite!

Avergonzaos, oh labradores. Aullad, viñadores, a causa del trigo y de la cebada; porque se ha perdido la siega del campo.

Proclamad riguroso ayuno, convocad asamblea solemnísima; reunid a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra, en la Casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová.

A su presencia los pueblos están angustiados; y todas las caras se revisten de palidez.

Y he llamado la sequía sobre la tierra, y sobre las montañas, y sobre el trigo, y sobre el mosto, y sobre el aceite, y sobre lo que produce la tierra, y sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda labor de manos.

Y aconteció que así como él llamó, y ellos no escucharon, así ellos clamarán, y yo no escucharé, dice Jehová de los Ejércitos:

Y los hombres que no murieron, fueron heridos con tumores; y el clamor de la ciudad subió al cielo.

Como a estas horas el día de mañana te enviaré un hombre del país de Benjamín, a quien ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo de mano de los Filisteos; porque he mirado propicio a mi pueblo, por cuanto ha llegado a mí su clamor.




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