Toma el cinto que compraste, el cual está sobre tus lomos, y levántate, anda al río Eufrates, y escóndelo allí en la hendidura de una peña.
JUNTO a los ríos de Babilonia, allí nos sentamos, y también lloramos, acordándonos de Sión.
¶Y tuve revelación de Jehová segunda vez, que decía:
¡Retuércete y sufre angustias, oh hija de Sión, como mujer que está de parto! porque ahora saldrás de la ciudad y habitarás en el campo, e irás hasta Babilonia; allí serás libertada; allí te redimirá Jehová de mano de tus enemigos.
Empero Juan mismo tenía su vestido de pelos de camello, y un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.