¡Ciertamente mi pueblo es necio, no me han conocido; hijos insensatos son, y no tienen inteligencia; sabios son para hacer el mal, pero nada saben de hacer el bien!
¡Oh Jehová! ¿no están tus ojos dirigidos hacia la verdad? tú los castigaste, mas no se dolieron; los consumiste, mas se negaron a recibir la corrección; han hecho sus rostros más duros que la roca; rehusan volverse a ti.
De lo cual avisaron a Saúl; y envió otros mensajeros, los cuales también profetizaron. Entonces tornó Saúl a enviar mensajeros la tercera vez; y profetizaron ellos también.