Porque tú, Señor, has desechado a tu pueblo, la casa de Jacob; por cuanto están llenas de costumbres traídas de Oriente, y son agoreros como los Filisteos, y se enlazan con los hijos de los extraños:
¿Qué tiene mi amada que hacer más en mi casa, ya que ha cometido maldad execrable con muchos amantes, y la carne santa pasa de ti? cuando hiciste maldad, entonces te regocijaste.
¿Has rechazado del todo a Judá? ¿o tiene tu alma aborrecida a Sión? ¿por qué pues nos has herido de modo que no hay para nosotros cura? ¡Esperábamos la paz, pero no vino ningún bien; tiempo de sanidad, mas he aquí desmayo!
Y tú, por tu misma culpa, serás privada de tu herencia que te dí; y te haré servir a tus enemigos en una tierra que nunca conociste: porque habéis encendido un fuego en mi ira que arderá para siempre.
Y cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo maliciosamente: ¿Cuál es la carga que viene de Jehová? entonces les dirás lo que es la carga; a saber: Yo os desecharé, dice Jehová.
Porque no está enviudado Israel, ni Judá, desamparado de su Dios, Jehová de los Ejércitos; aunque su tierra está llena de crimen contra el Santo de Israel.
por tanto haré con esta Casa que, es llamada de mi nombre (en la que vosotros estáis confiados), y al lugar que os dí a vosotros y a vuestros padres, así como hice con Silo.
¡Rapa, oh Sión, las guedejas de tu nazareato, y arrójalas de ti; y alza sobre los cerros pelados una lamentación! porque Jehová ha despreciado y desechado la generación de su ira:
Di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: He aquí que voy a profanar mi Santuario, el orgullo de vuestro poder, el deleite de vuestros ojos, y del cual tiene lástima vuestra alma; y vuestros hijos y vuestras hijas, a quienes dejasteis en la Judea, caerán a cuchillo.
¡Toda su maldad está concentrada en Gilgal; allí pues los aborrecí por la maldad de sus hechos: de mi Casa los expulsaré; no volveré a amarlos más: todos sus príncipes son apóstatas!
reuniré todas las naciones, y las conduciré al Valle de Josafat; y contenderé con ellas allí a favor de mi pueblo y de mi herencia, Israel, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron entre sí mi tierra.
Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalem será hollada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.