Entonces Jehová me dijo: Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalem, diciendo: Escuchad las palabras de este pacto y cumplidlas.
Anda y clama a oídos de Jerusalem, diciendo: Así dice Jehová: Acuérdome a tu favor, de la ternura de tu juventud, del amor de tus desposorios, cuando me seguiste por el desierto, en una tierra que no se sembraba.
Anda pues y proclama estas palabras hacia el norte, y dirás: ¡Vuélvete, oh apóstata Israel, dice Jehová; no os miraré con rostro ceñudo; porque misericordioso soy, dice Jehová; no guardaré la ira para siempre!
Ponte en pie en la puerta de la Casa de Jehová, y proclama allí esta palabra; dirás pues: ¡Oíd el oráculo de Jehová, todos los habitantes de Judá que entráis por estas puertas para adorar a Jehová!
¿No son éstas las palabras que proclamó Jehová por los profetas anteriores, cuando Jerusalem estaba habitada y en prosperidad, juntamente con sus ciudades alrededor de ella, y cuando el Mediodía y la Sefela estaban habitadas?
AHORA pues, oh Israel, escucha los estatutos y las leyes que os enseño, a fin de observarlos; para que viváis, y entréis a heredar la tierra que Jehová vuestro Dios os da.