Así dice Jehová: He aquí que voy a traer el mal sobre este lugar, y sobre sus habitantes, a saber, todas las palabras del libro que acaba de leer el rey de Judá;
Así dice Jehová: He aquí que voy a traer el mal sobre este lugar y sobre sus habitantes, es decir todas las maldiciones escritas en el libro que han leído delante del rey de Judá:
Por tanto, no ores tú por este pueblo, ni eleves por ellos clamor y oración; porque no les escucharé al tiempo que clamen a mí a causa de su calamidad.
Porque Jehová de los Ejércitos que te plantó, ha pronunciado el mal contra ti; a causa de la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá, que ellas han hecho a su gusto, para provocarme a ira, quemando incienso a Baal.
Aunque ayunen, no oiré su clamor; y aunque ofrezcan holocaustos y ofrendas vegetales, no los aceptaré; sino que con espada, y con hambre, y con peste, haré exterminio en ellos.
Y será que si te preguntaren: ¿A dónde hemos de salir? les responderás: Así dice Jehová: ¡El que a muerte, a muerte; y el que a espada, a espada; y el que a hambre, a hambre; y el que a cautiverio, a cautiverio!
Ahora pues, habla a los hombres de Judá, y a los habitantes de Jerusalem, diciendo: Así dice Jehová: He aquí que yo dispongo el mal contra vosotros, y tramo un diseño contra vosotros. Volveos pues cada cual de su mal camino, y enmendad vuestros caminos y vuestras obras.
Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: ¡He aquí que voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas las ciudades que dependen de ella, todo el mal que he pronunciado contra ellas; por cuanto han endurecido su cerviz, para no escuchar mis palabras!
Dirás pues: ¡Oíd el oráculo de Jehová, oh reyes de Judá, y vosotros los habitantes de Jerusalem! Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que voy a traer un mal sobre este lugar, tal así que a cualquiera que lo oyere le retiñirán los oídos:
Por tanto su camino les vendrá a ser como deslizaderos en densas tinieblas; ellos serán empujados, de modo que caigan en él: porque traeré sobre ellos el mal en el año de su visitación, dice Jehová.
por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos, el Dios de Israel: He aquí que yo voy a traer sobre Judá y sobre los habitantes de Jerusalem todo el mal que he pronunciado contra ellos; por lo mismo que les he hablado, mas no han escuchado, y los he llamado, pero nada han contestado.
Y visitaré sobre él y sobre su linaje, y sobre sus siervos, su iniquidad: y traeré sobre él y sobre los habitantes de Jerusalem, y sobre los hombres de Judá, todo el mal que yo les he dicho, pero que ellos no quisieron escuchar.
¡Escucha, oh tierra! He aquí que voy a traer el mal sobre este pueblo, es a saber, el fruto de sus mismos pensamientos: porque no han escuchado mis palabras, y en cuanto a mi ley, la han rechazado con desprecio.
TAV.- Tú has proclamado, cual se proclama día de fiesta solemne, mi anuncio de ¡Terrores hay por todos lados! y no hubo en el día de la ira de Jehová quien escapase o fuese dejado. ¡A los que he acariciado en mis manos y los he criado, el enemigo los ha hecho perecer!
Hijo del hombre; estos hombres han erigido sus ídolos en sus corazones, y han puesto el tropiezo de su iniquidad delante de su rostro; ¿y acaso he de ser yo consultado en manera alguna por ellos?
Por tanto yo también me portaré con ellos en ira ardiente; no perdonará mi ojo, ni tendré piedad; y ellos clamarán en mis oídos con voz grande, mas no los oiré.
Cuando los hombres estén diciendo: ¡Paz y seguridad! entonces mismo vendrá sobre ellos repentina destrucción, como dolores de parto sobre la que está encinta; y no podrán escaparse.
El cual, siendo la refulgencia de su gloria, y la exacta expresión de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su poder, cuando hubo hecho la purificación de nuestros pecados, sentóse a la diestra de la Majestad en las alturas,