Uno de los canastos tenía higos sumamente buenos, como los higos de la primera cosecha; mas el otro canasto tenía higos sumamente malos, tanto que no se podían comer de tan malos que eran.
desde el día que saqué a vuestros padres de la tierra de Egipto, hasta el día de hoy. Y os envié a todos mis siervos los profetas, madrugando diariamente y enviándolos;
En tu suciedad hay execrable lascivia: por cuanto yo te limpiaba, mas tú no fuiste limpiada, por tanto tu inmundicia no se limpiará más, hasta que yo haya desahogado mi indignación en ti.
¡ISRAEL es una vid lozana, mas lleva fruto para sí mismo conforme a la abundancia de su fruto, multiplica sus altares; cuánto mejor sea su tierra, tanto mejoran ellos sus estatuas!
¡Jerusalem! ¡Jerusalem! que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti, ¡cuántas veces quise recoger a tus hijos, como la gallina recoge sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!